Disparos sensibles

Hace tiempo que solía ir con mi cámara analógica, "pillando" imágenes donde surgian. Me encantaba sobremanera el B/W y sobre todo las horas muertas que pasaban de forma inadvertida en el laboratorio revelando los negativos, sobre todo en ese sutil soporte del papel baritado que te permitía sacar los tonos que parecian no existir. Esa etapa pasó, absorbida por este mundo de la prisa, y propició el salto casi obligado a la fotografía digital con la manipulación estrecha y de guante blanco que te proporciona el ordenador. Aunque sigo siendo un nostálgico de la magia del laboratorio de revelado. Corta andadura en la foto digital, pero iré mostrando aquello que crea merece la pena.